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Mark Shuttleworth habla sobre Ubuntu y su futuro

Mark Shuttleworth (cc) por Martin Schmitt

Mark Shuttleworth no sólo es el fundador de Canonical, la empresa que está detrás de Ubuntu, sino que también es quien provee los recursos financieros que han permitido convertir a Ubuntu en una de las distribuciones líderes de Linux.  Durante el reciente Gran Canaria Desktop Summit, Andreas Proschofsky del sitio derStandard.at realizó una entrevista a Mark para hablar sobre el futuro de Ubuntu y su relación con otros proyectos.

El primer tema tratado fue cómo Canonical ha ido incrementando su participación en la mejora de la experiencia del usuario en el escritorio Linux.  Mark dice que se han creado dos equipos, uno de diseño y otro dedicado a participar en los proyectos GNOME y KDE.  El resultado del trabajo del primer grupo ya se ha visto en Ubuntu 9.04, como es el caso del nuevo sistema de notificaciones,y hay otro meta-proyecto en camino que es el de las “100 venditas” (o “100 parches”). El equipo de diseño también ha participado, aunque de forma distante, del desarrollo del nuevo GNOME Shell que se está proponiendo para GNOME 3.

Por otra parte, el mismo Mark ha estado reuniéndose con representantes de la industria PC para mostrarle parte del trabajo de diseño que están haciendo, y han tenido una excelente respuesta acerca de lo que puede ofrecer la plataforma Linux en los próximos años.  Hay un claro foco en llevar el desktop a un público más amplio.

Lo que se ha mostrado está relacionado con cambios generales en el escritorio, en Netbook remix y en Moblin.  Mark dice que el trabajo que se realiza es bastante público, pero también hay algunas cosas que se están desarrollando puertas adentro junto a partners, aunque posteriormente se liberarán como código abierto.

El problema con Intel en Jaunty

Un tema ineludible fue el problema que ocurrió en el último release de Ubuntu respecto a la falta de coordinación entre la versión del kernel incluido y el driver de video de Intel, lo que afectó a muchos usuarios de estos chips.

Mark dice que en este caso en particular hubo una descoordinción entre los grandes avances que se realizaron en el kernel y en el driver de Intel, y a veces los desarrolladores (que son independientes) están tan emocionados con este trabajo que olvidan pensar en cómo sus cambios se incluirán posteriormente en las distribuciones.  Los desarrolladores generalmente están usando el código más actualizado en sus equipos y no saben exactamente cuál es la experiencia en distribuciones que van en la delantera y están orientadas a los usuarios, como es el caso de Fedora o Ubuntu.

En este caso en particular, no es tan claro de quién es la culpa.  Por ejemplo no se puede culpar a Intel por el increíble desarrollo que están realizando sobre el X.org y el kernel, por otra parte las distribuciones tienen que buscar el esquivo punto intermedio entre incluir nuevas características y mantener la distribución estable.

La administración de los releases

Entendiendo que una distribución de Linux es una gran colección de proyectos de código abierto (GNOME, OpenOffice, Mozilla, Linux, X.org, etc), uno de los problemas a resolver es cómo coordinar el release de la distribución con la propia evolución de aquellos proyectos.

Una estrategia que ha dado buenos resultados es tener un ciclo de desarollo corto (cada 6 meses), en donde uno de ellos se maneja en paralelo como una versión soportada a largo plazo (LTS, Long Term Support).  Mark ha propuesto que este mecanismo se coordine con Debian, la distribución en la que se basa Ubuntu, y que progresivamente los proyectos principales traten de integrar esta estrategia de release, lo que naturalmente provocará que otras distribuciones también la adopten, beneficiando a todos.

GNOME 3

Una de la dudas acerca de la próxima versión LTS es si incluirá o no GNOME 3.  Considerando que se trata de una versión soportada por 5 años, puede ser interesante contar con GNOME 3, pero también algunos podrían decir que aquellos cambios más radicales como GNOME Shell se deshabiliten en la configuración por omisión.

Mark dice que es una decisión que se debe tomar cuando llegue el momento, ya que se trata de un componente principal de la distribución que podría afectar a muchos usuarios.

GNOME ha demostrado que se puede entregar innovación paso a paso a través de cortas iteraciones, y por otra parte KDE4 ha demostrado que se pueden incorporar grandes cambios conceptuales en un solo paso.  Se espera que GNOME3 aplique ambas lecciones.

El aspecto de Ubuntu

Mark dice que la primera impresión importa, por lo tanto el aspecto es importante.  Pero mientras no tengan una clara visión de lo que deberían cambiar, no lo harán.  Por otra parte, hacer cambios más importantes requieren de la colaboración de aquellos que están trabajando en los motores que dan el soporte de themes a las aplicaciones.

Aún así, Mark se ateve a decir que la próxima versión LTS de Ubuntu tendrá definitivamente un nuevo aspecto.

Link: Shuttleworth about GNOME 3.0 (derStandard.at)

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