(cc) George hotelling
Detrás de muchos de nuestros juguetitos se esconde una vergonzosa realidad, muchos fabricantes de electrónicos exportan más que sus productos y se deshacen de los de la basura tecnológica enviándola a países en desarrollo.
Esta es una mala práctica que se realiza para cumplir con la normativa medioambiental de los países desarrollados, mientras que países en peores condiciones aceptan estos desperdicios de forma gratuita (por falta de regulación) o por montos irrisorios, donde muchas veces termina en depósitos ilegales donde el mercurio, el cadmio, el selenio y el plomo hacen de las suyas con el medioambiente y la salud de quienes se encuentran cerca.
Afortunadamente, Dell ha anunciado que como parte de su política global de gestión responsable de residuos, ha decidido prohibir la exportación de todo residuo electrónico a países en vías de desarrollo. Lo que, por un lado se agradece, y por otro lado resulta un ejercicio de la sola aplicación del sentido común y de los principios básicos del cuidado del ecosistema como es la integración de los costos ambientales a la estructura de gastos. Esperemos que con esto, se sumen más empresas a esta iniciativa y que Dell suba un poco en la “Guide to greener electronics” de Greenpeace, porque la última vez habían bajado bastante en el ranking.
Link: Dell bans export of e-waste to developing countries (Cnet)
