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FWLabs: MSI Wind U100X

Hace poco más de un año ASUS inició la revolución de los subnotebooks económicos, quizás sin la menor idea de qué clase de avalancha iba a generar su pequeña bola de nieve conocida como Eee PC, que se convirtió eventualmente en una inesperada guerra de proporciones entre los mayores fabricantes de hardware del mundo, cada uno presentando su visión del pequeño portátil que muchos queríamos y no podíamos describir a ciencia cierta.

Hoy tenemos entre manos uno de estos contendientes, el MSI Wind U100X, ya disponible en Chile y otros países y que se perfila como uno de los “netbooks” más completos a la fecha, pero también como uno de los más caros.

En este FW Labs probamos, explotamos y descuartizamos el Wind para ver si está a la altura de nuestras necesidades y de qué es lo que se puede ensamblar con un presupuesto tan estrecho.

Primera mirada

La calidad de los materiales y la construcción es uno de los primeros puntos que tienden a sacrificar los netbooks para reducir los gastos de fabricación, así que una exploración a fondo del Wind es especialmente importante para ver como sobrevivirá su agitada vida dentro de nuestros bolsos y mochilas.

El Wind y sus accesorios vienen en una caja muy agradable, sencilla a la vista y de material sólido. Puntos a MSI por una excelente primera impresión, que tiene una importancia notable en el mercado de gadgets.

El empaque no pierde oportunidad en señalarnos las principales bondades del Wind, que incluyen (según MSI) un teclado de amplias dimensiones, una pantalla de resolución decente para navegar cómodamente y el uso de un disco duro convencional sobre uno basado en memoria flash, entre otros detalles.

Todos los puntos los veremos en el camino, pero hasta entonces sólo le haremos notar a la compañía que cometer errores ortográficos en sus empaques se ve muy poco profesional.

Antes de continuar, sería bueno echarle un vistazo a las especificaciones técnicas del U100X para partir con buen pie nuestro análisis:

  1. Modelo: MSI Wind U100X
  2. Procesador: Intel Atom N270 (1,6 GHz)
  3. Memoria RAM: 1 GB DDR2
  4. Disco Duro: 80 GB (SATA)
  5. Pantalla: 10” WSVGA (1024×600 de resolución) con acabado opaco
  6. Conectividad: WiFi 802.11 b/g
  7. Sistema operativo: Linux SuSE Enterprise Edition 10
  8. Batería: 6 celdas (5200 mAh)
  9. Color: Negro

El Wind viene incluido con una funda de un material similar a la cuerina y de dudosa calidad, pero que por lo menos cumple con el objetivo de proteger el portátil cuando lo andemos trayendo en una mochila.  Hubiese sido agradable ver el bolso en un color que combinara con el negro, pero al parecer la distribución de los Wind ha sido bastante desorganizada, por decir lo menos, pues todos los accesorios y embalajes parecen corresponder a la versión de color blanco.

Al interior del bolso nos encontramos con un limitado espacio acolchado para ubicar el netbook, pero que no deja lugar para otros accesorios como el cargador, mouse opcional, etcétera.

Manuales, DVD de instalación de SuSE y disco con los drivers del equipo para Windows XP, además de otras utilidades. Curiosamente, el Wind no incluye unidad óptica, por lo que incluir CDs con el conjunto es algo irónico.

Cargador del Wind con su respectivo cable de poder. El adaptador es muy pequeño y absolutamente silencioso (no tiene ventiladores ni emite ruidos eléctricos raros) y, como tampoco tiene luces de indicación, no podremos saber a simple vista si está trabajando o no. El cable de poder es de los típicos con terminación de “trébol”, así que cambiarlo por uno con enchufe nativo no nos dará complicaciones.

Para los que quieren tener hasta el último dato de sus gadgets, el adaptador tiene una potencia de respetables 40 W y soporte completo para voltajes internacionales, por lo que los viajes alrededor del mundo no serán un problema. Durante su funcionamiento se calienta bastante, pero nunca al punto de preocuparnos por su seguridad o ser imposible de sujetar en la mano.

Cerrando el apartado de accesorios tenemos la famosa batería de 6 celdas, muy escasa en otras partes del mundo, por lo que es una suerte que la tengamos a nuestra disposición de forma tan directa. Como veremos más adelante, la batería extendida inclina ligeramente el Wind, haciéndolo más cómodo para tipear.

La autonomía debería ser la prioridad número uno de cualquier subnotebook, pero pocos han aprendido esta lección. El netbook de MSI da un golpe de cátedra con una batería de 6 celdas y generosos 5200 mAh, que nos darán electricidad por un buen rato, como veremos luego.

Llegando por fin al protagonista de nuestra revisión, el U100X tiene una tapa de plástico resistente y con un fuerte efecto de espejo, el acabado es de excelente calidad y parece pertenecer a un portátil mucho más caro. Lamentablemente, también es un imán para las huellas digitales, por lo que pasaremos largos minutos frotándola con algún paño de microfibra para mantenerla en su esplendor.

Sobre la cubierta nos encontramos con el nuevo logotipo de MSI anunciando la autoría del notebook, es una suerte que no hayan incluido su antiguo identificador, puesto que el nuevo es mucho más estilizado y acorde a las líneas curvadas del Wind.

Visto por delante, el U100X delata una separación considerable entre la pantalla y el resto del cuerpo, algo que nunca he preferido por sobre los cierres completos, pero el efecto final no es desagradable, y el sistema de cerrado magnético mantiene la unión sólida.

Acercándonos un poco al equipo, vemos las luces indicadores de estado de la batería, WiFi, etcétera, además de una mejor impresión de la pintura del Wind, de color negro y con algo que parecen ser reflejos brillantes de colores sobre su superficie, apenas distinguibles en el día a día pero que se hacen presentes en ambientes con mucha luz. Hubiese optado por no incluir esta demostración de colores, y realmente no veo el punto de romper el aire elegante con este gesto.

El lado derecho del Wind alberga un puerto USB, el lector de tarjetas, entrada y salida de audio, puerto D-Sub / VGA y puerto Ethernet.

Por su parte, el lado izquierdo sólo nos presenta el seguro Kensington, el punto de contacto eléctrico, una grilla para ventilación y dos puertos USB más. La selección de puertos del Wind resulta ser básica pero sólida, no veremos cosas como HDMI, eSATA o similares, pero realmente aún no los extraño, y la salida VGA es más que suficiente para enlazarnos a un proyector.

Finalmente vemos el lado inferior del Wind, hecho de un plástico que no nos da confianza absoluta por su delgadez en algunos puntos, pero que cumple su trabajo de proteger todo sin emitir ruidos de debilidad ni nada por el estilo. Podemos ver nuevas grillas de ventilación, las salidas de los parlantes del netbook y las bases del equipo. Como se puede ver, la batería le da altura adicional a la parte posterior del mismo, dejándolo con una agradable inclinación en su teclado.

Cabe mencionar que basta sacar los tornillos que sujetan la base para acceder a todos los componentes internos del Wind, pero que con esto violaremos nuestra garantía.

Espero que sigan conmigo, porque por fin llegamos al estelar de la nota, el MSI Wind U100X en todo su esplendor.

La primera impresión es directa: incluso siendo tres pulgadas más grande que el Eee 701 y otros netbooks de la misma línea, el Wind no pierde la capacidad de sorprendernos con sus pequeñas dimensiones y nos tienta a sostenerlo en una mano y sentir su peso, sólo para maravillarnos una vez más al sentir lo ligero que es (la batería de 6 celdas rompe un poco la emoción, pero no mucho).

Quizás la comparación más directa de esta imagen mental es cuando estamos en un vuelo en clase turista (sin derecho siquiera a una bolsa de maní) y pensamos si podríamos trabajar en nuestro portátil en el limitado espacio del que disponemos, la respuesta a esa pregunta separa las dos categorías de notebook.

El diseño del netbook está marcado por líneas curvas en su armazón sólida, resultando en un aire muy estilizado, pero como el cuerpo está hecho solamente de plástico de calidad media se pierde un poco del efecto estético final.

Después de esta primera impresión, entramos al desglose de lo que nos ofrece el grueso del Wind.

Partiremos por su pantalla, con un tamaño diagonal de 10”, acabado opaco, resolución nativa de 1024×600, relación de aspecto ligeramente más ancha que las pantallas widescreen convencionales y retroiluminación por LEDs.

De inmediato se nota que el Wind tiene un borde plástico algo grueso en torno a la pantalla, en el que incluso podría haber estrujado una pulgada más de LCD si es que hubiese aprovechado mejor el espacio, pero aún así las diez pulgadas del U100X son una delicia al momento de trabajar, mostrando textos de tamaño razonable e imágenes en una escala bastante buena. Con su resolución de 1024×600, el Wind es más que capaz de mostrar la mayoría de las páginas web actuales sin necesidad de hacer scrolling horizontal, además de ofrecer la suficiente área útil de trabajo como para escribir un documento en Word, o incluso hacer ediciones de nivel básico en Photoshop u otros programas de diseño.

La limitada resolución vertical traiciona a la pantalla, pues 600 píxeles apenas basta para capturar lo básico de una página, y algunas tareas que requieren de un amplio rango de visión vertical (programar, por ejemplo) pueden sufrir las consecuencias de la decisión de MSI. En un mundo feliz veríamos la espectacular pantalla del HP Mini-Note 2133 en este portátil, pero nos tendremos que conformar con la ilusión que MSI logre mejorar este aspecto en la siguiente iteración del Wind.

En términos de calidad de imagen, la pantalla del U100X puede desplegar un brillo impresionante gracias a su iluminación LED, y en su nivel más alto supera ampliamente a mi notebook de 15,4”, pero el Wind no salió bien parado en las pruebas de calidad de colores (es una suerte ser revisor de monitores en este momento), con una precisión bastante mala y un rango cromático débil, lo que hace que varios colores se desperfilen y pierdan realismo. (Si les interesa el tema, se pueden encontrar más explicaciones en esta guía).

En una esquina nos topamos con el micrófono del U100X, de calidad bastante promedio para un notebook, así que no hay mucho que comentar.

En la otra esquina, el logotipo de MSI haciendo acto de presencia.

En medio del borde superior, una webcam de 0,3 MP, que obtiene resultados muy decentes con suficiente iluminación, pero que falla miserablemente en condiciones de brillo más bajo, cuando empieza a mostrar franjas azules horizontales y una pérdida de nitidez abismante, pero como cámara para Skype debiera bastar.

El teclado es uno de los puntos fundamentales de todo subnotebook, pues queremos una máquina de rápida navegación por Internet, escritura de correos y redacción de textos, y tipear sólo con los dedos índices cometiendo mil errores en el camino no es la idea.

El Wind nuevamente brilla en este punto gracias a un teclado extremadamente eficiente, equipado con teclas de respuesta sólida al ser presionadas, tamaño suficiente como para acostumbrarnos en pocos minutos a aplicar nuestra experiencia en escritura al tacto y una distribución ejemplar, que incluye teclas Shift y Enter de gran tamaño y combinaciones de teclas Function lógicas.

El efecto de flex en el Wind es mínimo, y sólo resentimos el que las distribuciones en idioma español requieran de gastar espacio vital en la letra eñe, además de un par de teclas más angostas que sus hermanas.

El único error garrafal que no le podemos perdonar al Wind es seguir la odiosa tradición de invertir la posición de las teclas Function y Control, pues muchos estamos casi entrenados para buscar la tecla Ctrl en la esquina del teclado, además de hacer más engorrosas las combinaciones.

Tratando de poner el tamaño del teclado en contexto, lo podemos comparar con uno de tamaño completo, perteneciente a un notebook de 15,4”

El touchpad del Wind es bastante pequeño, mas este detalle no le ha impedido levantar polémica, pues algunos de estos netbooks poseen un touchpad Synaptics de alta calidad, mientras que el resto se tiene que conformar con una versión genérica de peor calidad, que no incluye el soporte para hacer scrolling deslizando nuestro dedo por los bordes de la superficie, una capacidad muy útil en estos equipos.

Con o sin polémica, tuvimos la suerte de terminar con uno de Synaptics, y que está a la altura del prestigio de la compañía con una calidad notable, detectando los movimientos de nuestro dedo y los gestos para hacer click, hacer scrolling, etcétera, sin el menor problema.  Sólo resentimos lo avaro que fue MSI con el tamaño del touchpad, pues en más de una ocasión nos encontramos apoyando el dedo a pocos centímetros del borde del mismo.

Como se ve en la foto, los botones del touchpad están unidos en una suerte de barra, gesto copiado del Eee PC y que puede no gustar a algunos, pero que por lo menos funciona a la perfección.

MSI Wind por dentro

Ya dimos un vistazo completo por los exteriores del Wind, y ahora nos adentramos en sus entrañas para conocer a fondo sus especificaciones técnicas.

Llegar a la placa madre del U100X es agradablemente sencillo, basta con soltar los tornillos de la parte inferior del notebook, hacer de tripas corazón y tirar ligeramente la carcaza para desprenderla por completo, dejando el portátil al desnudo.

La primera impresión nos deja al borde de la saturación, pero por ahora sólo notaremos que el Wind sólo posee un ventilador, que se mantiene encendido todo el tiempo a una velocidad constante bajísima, haciendo del netbook un equipo casi perfectamente silencioso. De hecho, es imposible escuchar el ventilador funcionando con una conversación, clase o reunión de fondo. Congratulaciones a MSI por el diseño acústico, que es de un nivel impresionante.

Nuestra primera escala es en el procesador Intel Atom (escondido bajo una placa disipadora de aluminio). Se trata de un chip casi minúsculo, construido en torno a una arquitectura muy distinta a lo que conocíamos hasta ahora y que hace uso de bastantes trucos para reducir su consumo y disipación de calor a un mínimo, lo que trae consigo un importante impacto en rendimiento. El modelo que tenemos entre manos es el Atom N270 corriendo a 1,6 GHz y equipado con la tecnología Hyper-Threading de la época del Pentium 4, que le permite emular un procesador de doble núcleo.

Un poco más escondido divisamos el antiguo chipset 945GSE encargado de las comunicaciones del procesador con el resto del equipo, además de contener el chip gráfico GMA950, que también es bastante lento en comparación con las nuevas ofertas de Intel para portátiles, pero que por lo menos es capaz de correr Aero de Windows Vista y los efectos estilo Compiz de Linux.

Curiosamente, el más grande de los chips del Wind es de los menos críticos, pues el southbridge ICH7-M del notebook sólo se encarga del acceso a disco, puertos USB, y cosas por el estilo.

En un gesto generoso, MSI deja a nuestra disposición un puerto SO-DIMM DDR2 para que podamos agregar una tarjeta de memoria RAM si es que el GB que trae incluido (y que se ve soldado en la foto) nos quedara corto, aunque para hacer el cambio tendremos que violar nuestra garantía.

El encargado del almacenamiento del equipo es un típico disco duro SATA en formato de 2,5” y de 80 GB de capacidad, fácilmente intercambiable por uno más masivo si lo llegásemos a necesitar, o por una unidad de estado sólido si nos sentimos audaces.

De cualquier forma, su velocidad de cerca de 37,1 MB/s sostenidos es más que suficiente para cargar un sistema operativo a buen ritmo, y la apertura de documentos y programas es igualmente ágil, aunque un disco ligeramente más veloz habría sido agradecido.

En esta toma podemos ver uno de los dos débiles parlantes del Wind, que apenas pueden manejar tonos medios a volumen moderado sin colapsar, aunque ciertamente no esperábamos más para un dispositivo de este tipo, por lo que los audífonos o el silencio serán buenos compañeros.

Un poco más a la izquierda, uno de los puertos USB y el lector de tarjetas del netbook.

Cerramos nuestro tour por los interiores del Wind con un acercamiento a la tarjeta WiFi del equipo, fabricada por Realtek e inserta en un puerto Mini-PCI, y recibiendo su señal a través de un par de cables conectados a los componentes metálicos de la placa, que actúan como antena.

Al igual que sus tarjetas de audio, los chips WiFi de Realtek dejan mucho que desear en rango y solidez, pues en más de una ocasión me fue imposible detectar una red que los notebooks de mis compañeros podían ver sin problemas. Además, una vez conectado existía la ligera posibilidad de que la señal simplemente desapareciera, un lujo que no se puede dar un dispositivo pensado para comunicación permanente.  Una lástima, especialmente considerando las buenas tarjetas Atheros e Intel que circulan actualmente.

Experiencia real de uso

El Wind viene pre-instalado con SuSE Enterprise Edition 10 como sistema operativo por defecto, una distribución muy sólida del pingüino que viene plenamente configurada para trabajar con todo el hardware del notebook, pero por costumbre optamos por limpiar el disco a favor de una instalación de Windows XP y OpenSUSE 11, esta última requiere de un poco de trabajo para reconocer correctamente la resolución y tarejeta WiFi del Wind, pero de ahí en adelante es cuesta abajo, incluso con los efectos de Compiz gracias a la madurez de los drivers de la tarjeta GMA950.

En Windows XP la historia es similar, MSI pone a disposición todos los drivers necesarios para correr el SO de Microsoft sin ningún problema, aunque cabe mencionar que, como el U100X no posee unidad óptica, optamos por instalar los sistemas vía una unidad óptica externa en vez de seguir las brujerías de instalación vía flash drive, que no siempre terminan muy bien.

Con todo configurado e instalado, el escritorio de Windows XP puede quedar bastante ordenado a pesar de la resolución limitada, acercándonos a la experiencia de uso de un notebook común y silvestre.

Internet

Como dijimos en su momento, la resolución horizontal del Wind es más que suficiente para ver todas las columnas de FW, sólo nos limita la resolución vertical que nos obligará a desplazarnos continuamente en esa dirección.

El Atom no tiene problemas para desplegar páginas estáticas, por lo que la navegación sólo estará limitada por nuestra velocidad de conexión (y la tarjeta Realtek que ya mencionamos).

A la hora de mostrar contenido Flash o páginas basadas en muchos scripts mal diseñados las cosas pueden salirse de control, pues basta un video de YouTube para que el Atom llegue a cerca del 70% de su capacidad, devolviéndonos a la triste realidad de que no estamos frente a un Core 2 Duo y que tendremos que aprender a vivir con pocas pestañas abiertas en nuestro navegador, además de incluir algunas extensiones como AdBlockPlus, FlashBlock y NoScript para evitar problemas si es que preferimos a FireFox como browser.

Con estas consideraciones, el trabajo online es perfectamente posible, y podremos editar documentos en Google Docs, mandar correos y navegar por la mayoría de las páginas sin temor a que todo el sistema colapse.

Ofimática

La segunda parte de las exigencias básicas sobre un netbook vienen del lado de la visión y edición de documentos, plantillas, presentaciones, archivos PDF, etcétera. y el notebook de MSI no tiene ningún problema para abrir Office 2007 y entrar a la edición de archivos, y la pantalla acomoda fácilmente una buena porción del texto de una página o una diapositiva. Ver archivos PDF es igualmente sencillo, e incluso el abarrotado Acrobat se desliza fluidamente por texto e imágenes sin contratiempos, y ni hablar de programas más ligeros como FoxIt Reader. En estos casos el teclado vuelve a brillar con un desempeño sólido.

Si queremos llevar las cosas un paso más allá, el MSI Wind también puede lidiar con editores de imagen como Photoshop sobre imágenes pequeñas con retoques sencillos, o bien los inclinados por el lado de la informática podremos correr entornos relativamente pesados como Eclipse y NetBeans y trabajar con bastante comodidad. Aún así, la edición pesada de imágenes y el trabajo multimedia se escapan de las capacidades del Wind.

Reproducción multimedia

Apegándonos a resoluciones cercanas a 640×480 y códecs ligeros, el U100X es más que capaz de mover video sin perder cuadro alguno sobre reproductores eficientes como VLC Media Player y similares, pero basta con subir las exigencias hasta Xvid (y ni hablar de H.264) para que nuestras ilusiones de tener un pequeño notebook multimedia desaparezcan rápidamente ante las pantallas en negro o las reproducciones entrecortadas al extremo.  Ciertamente el Atom no es el procesador más indicado para estas exigentes tareas, por lo que tendremos que ver la nueva temporada de Slayers Revolution en el PC de escritorio.

El audio casi nunca es un problema para los computadores actuales, y el Wind no es la excepción, manejó con gracia todos los tipos de archivos que se nos ocurrió tirarle encima, una lástima que los parlantes no hayan estado a la altura.

Generación de calor, ruido y autonomía

Cerramos nuestra revisión del Wind con el análisis de sus capacidades portátiles, que involucran su autonomía, generación de calor y ruido, todas entrelazadas finamente, por lo que el fabricante debe ser astuto a la hora de equilibrar estos factores.

Tal y dijimos en varios puntos, el MSI es un exponente espectacular de este balance; su procesador y chipset sin disipados de forma pasiva hacia el cuerpo del notebook, desde donde el ventilador lateral extrae aire silenciosamente, con lo que el equipo nunca se calienta, ni siquiera después de varias horas de uso o con el portátil en el regazo.

La autonomía, usando la famosa batería de 6 celdas, se empinó hasta el rango entre las 4:30 – 5:00 horas, con el brillo de la pantalla al 50%, conectividad WiFi activada y navegando por Internet, escribiendo un poco, programando un par de líneas, etcétera, todo con el audio en silencio y sin utilizar aplicaciones 3D exigentes, lo que se asemejaría a su típico día de trabajo. De todas formas, con casi cinco horas de autonomía, el Wind supera ampliamente la barrera sicológica que nos da la confianza de no necesitar un enchufe cerca por un buen tiempo de ser necesario, una garantía muy apetecida.

Conclusión

Al terminar esta revisión, queda claro como el MSI Wind se perfila como uno de los mejores netbooks a la fecha, con un conjunto sólido de prestaciones y varias características que nos obligan a dejar de ver al Wind como un “juguete” y empezar a medirlo con la misma vara que usaríamos con modelos mucho más caros, donde el netbook tiene una ventaja enorme con sólo considerar el precio.

Gracias a su peso y autonomía admirables, ya no tendremos que pensar si deberíamos o no llevar el notebook a la oficina o a la universidad cada día en particular, sino que instintivamente se convertirá en parte de nuestra rutina, al no rompernos la espalda y ofrecernos la elegancia de poder usar un portátil sin tener que ocupar una mesa entera ni llamar la atención innecesariamente en reuniones o clases, lo que lo hace especialmente apetecible para estudiantes que se aburran y deseen pasar las clases de Física Contemporánea jugando solitario… o StarCraft (experiencia propia, pero el touchpad no es un buen aliado).

A pesar de ser un portátil relativamente económico, el Wind no se queda atrás en diseño, y hasta ahora cuatro perfectos desconocidos en la universidad me han preguntado acerca del modelo y de donde había salido, así que algo de estilo debe emanar a sus alrededores.

Aun considerando todo lo bueno que nos ofrece, el Wind no es perfecto, y esto se nota bastante al ver el desempeño decepcionante del famoso Atom, basado en la arquitectura en la que Intel trabajó por tanto tiempo, y que aún no es capaz de mover códecs de video de mediana complejidad. Como guinda de la torta, un chipset que está atrasado en dos generaciones y que consume cerca de diez veces más que el procesador mismo y con una potencia gráfica paupérrima, lo que nos tienta a preguntarnos acerca de la cordura de Intel al diseñar la primera versión de esta plataforma.

Dejando de lado los tecnicismos, el Wind es un primer paso impresionante por parte de MSI, y sólo espero ver una versión 2.0 que corrija los pequeños problemas que enfrenta su pequeño subnotebook.

Lo imperdible

  1. Diseño estilizado
  2. Construcción de buena calidad
  3. Teclado excepcional
  4. Múltiples alternativas de upgrade sencillas
  5. Corre tareas sencillas sin problema alguno
  6. Autonomía sorprendente

Lo impresentable

  1. Atom no está a la altura de varias de las exigencias actuales
  2. Plataforma algo antigua
  3. Tarjeta WiFi de mala calidad

Precio aproximado (en Chile): US$710 (370.000 CLP | 480 € | 7.180 MXN)

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