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FWViajes: Cómo comprar un iPhone

Apenas supe que iba a estar en Estados Unidos una semana antes del lanzamiento del iPhone, traté de organizar el viaje para estar en Nueva York el 29 de Junio. Específicamente Nueva York ya que al estar en la costa Este de los Estados Unidos, el iPhone iba a estar disponible 3 horas antes que en el resto del país. Organizar eso fue fácil, un par de llamados y listo.

Primera parte bajo control. Luego venía lo segundo, con la iPhonemania fuera de control, había que asegurarse poder encontrar un iPhone antes que la horda enloquecida arrasara con todas las unidades disponibles. Un poco de investigación primero, otro poco de precaución adicional después, y finalmente, 3 horas 40 minutos y 649 dólares con 17 centavos después, tenía en mis manos el iPhone número 367 vendido en la Apple Store SoHo. Un iPhone de 8 GB.

A continuación un recuento jugada por jugada de todo el proceso para obtener un iPhone el día de su lanzamiento.

Para que la odisea sea un éxito, es bueno informarse bien. Nuestras fuentes de información fueron MacRumors, TUAW, TechMeme y Engadget.

Primero necesitábamos elegir la tienda. La idea original fue ir al “Cubo”, la tienda Apple Store Quinta Avenida, pero después que las noticias mostraban a Greg “Esperador en Linea Profesional” Packer haciendo fila en esa tienda con cinco días de anticipación, los planeas debían cambiar.

La cercanía al campamento base (West Village) era un factor a considerar. Revisando el mapa, teníamos 3 tiendas AT&T y la Apple Store SoHo en un radio de 10 cuadras. Gracias a nuestras fuentes, sabíamos que aunque habían 10 veces más tiendas AT&T que Apple, estas últimas tenían 10 veces más unidades de iPhone. 10 por 10 dividido en 10 nos entregó la respuesta obvia: Apple Store SoHo.

Aparte que era la más cercana.

A eso de las 12 pm nos dimos una vuelta para ver que tan mal estaba la cosa. Para tener un punto de comparación, la noche anterior habíamos dado una vuelta de reconocimiento. ¿Veredicto? En 10 horas la fila había crecido al doble, no era tan exagerada la cosa. Unas 150 personas.

El pelucón vendía su puesto en la fila a US$1200. A las 5 pm pedía US$250.

Una vez que habíamos analizado nuestra primera opción y vimos que no había porqué alarmarse, decidimos volver a las 4 pm. Pero para aprovechar el tiempo, decidimos hacer unas diligencias pendientes, que coincidentalmente nos hacían pasar cerca de las tiendas AT&T.

30 personas en una tienda que probablemente tenía 100 equipos, no era una buena señal. Fácilmente se podía triplicar ese número de personas. Aparte que en el SoHo las mujeres la vista es más linda.

Después de una buena hamburguesa de almuerzo para preparar el cuerpo a la aventura, dimos otra vuelta al frente de la Apple Store. Ahora estaba cerrando y estaban cubriendo la entrada y las ventanas con unas cortinas negras. Nos dejamos llevar por el carnaval de canales de televisión y fotógrafos en la entrada, y entramos en pánico. Eran poco más de las 2 pm.

Actualizamos el horario, y decidimos embarcarnos en la espera a las 3 pm. Después de todo, ¿que tan terrible puede ser esperar 3 horas en línea si hay parques de diversiones que te hacen esperar 2 horas?

Fuimos a buscar la tenida más geek que hubiera, llenamos la mochila con 1 (una) revista WIRED, 1 (un) computador portátil MacBook, 1 (un) litro de agua, 1 (una) cámara digital de fotos, 2 (dos) chocolates Twix y 33 (treinta y tres) billetes de US$20. Los ingredientes perfectos para obtener un iPhone.

A los treinta segundos de sumarme a la espera y ser “el último de la fila”, se sumó una mujer nuyorkina que venía sola a comprarle un iPhone de regalo sorpresa a su novio con quién celebraba su compromiso de matrimonio esta misma noche. Dos minutos después otra mujer comprandole un iPhone a su media naranja, esta vez una ex ecuatoriana ahora americana que quería sorprender a su marido. Después de ella otras tres mujeres, pero en este caso dos de ellas venían en busca de su iPhone personal.

Un par de veces abri el MacBook para colgarme a un WiFi abierto que había flotando en el aire y publiqué algunos comentarios:

Debo reconocer que esto es lo más geek y extraño que he hecho en mi vida.

Desde hace 40 minutos estoy sentado en la fila, esperando poder entrar a la Apple Store SoHo a comprar un iPhone apenas empiecen a venderlos. Soy el número 367 de la fila (y hay otras 60 personas detrás mio). Estoy en Mercer Street en la esquina con West Houston Street.

La espera está muy entretenida, es SoHo así que pasan modelos al frente mio todo el rato (ahi pasó otra), lo que siempre es un placer para los ojos. Las chiquillas haciendo fila al lado mio son muy graciosas y se mata el tiempo rápidamente conversando, leyendo la WIRED o metiéndose a internet.

Es raro en todo caso. Se detiene harta gente a preguntarnos que diablos estamos haciendo y cuando le explicamos que esperamos para comprar el iPhone nos miran con cara de locos. Es cierto, yo creo que es algo muy extraño esto, pero bueno, los gajes del oficio.

También pasa mucha prensa. Desde blogueros con cámara de video hasta canales de televisión. He respondido un par de entrevistas, diciendo que “He viajado desde Chile sólo por el iPhone” (lo que es mentira, pero suena más entretenido, ja).

Mientras esperábamos en la fila recibimos varios regalos. Pasaron los de WIRED y nuestros amigos de HEEB regalando copias de sus revistas, pasaron los de CRUMPLER (mis mochilas favoritas) regalando estuches para el iPhone, y pasaban los de Apple cada tantos minutos ofreciendo botellas de agua, café o jugos.

A las 5:40 pm la fila se empezó a mover. Debe haber sido el momento en que las carpas se levantaron y las sillas se plegaron, ya que en 10 minutos ya habíamos avanzado la mitad de la distancia.

A las 6 pm se escucharon unos gritos desde lejos, y nos pusimos en marcha. A los pocos minutos ya empezaron a pasar personas al lado nuestro alzando sus iPhones en alto. Algunos integrantes de la fila gritaban al ver a los otros pasar con iPhones. A mi eso me puso de ánimo extraño, ¿tanta es la euforia?, pensaba. Me dio un poco de vergüenza.

A las 6:20 ya estábamos a 5 metros de la puerta, y con el ánimo tranquilo. Sin darnos cuenta, pasamos al frente de una horda de periodistas y entramos a la tienda. En masa pero ordenados, íbamos entrando mientras una docena de empleados Apple nos aplaudían, gritaban y estiraban sus manos para que les chocáramos esos cinco. Funcionó. Ahí lo extraño se convirtió en risa, la risa en buena onda y nos acordamos porque esperamos: Vinimos a tener nuestro primer encuentro con este artefacto tan futurista.

Adentro de la tienda habían iPhones por todas partes. Mesas con iPhones de muestra, y todo el segundo piso estaba ordenadamente convertido en filas que recorrían como culebras todos los rincones para ordenar a la masa directo a las cajas. Hablando de cajas, todo estaba convertido en un punto de venta. En algunas partes estaba el personal de la tienda portando máquinas de tarjeta de crédito portátiles, y otras partes, como el Genius Bar, estaban convertidas en grandes filas de cajas registradoras.

Eso hizo que a las 6:40 fueramos la persona 367 en obtener nuestro propio iPhone.

Como podemos ver en la foto, probablemente habían muchos más de 1000 iPhones en la tienda, por lo que no era necesario haberse preparado con tanta anticipación. Habían miles de iPhones.

La orden de “Un iPhone de 8 GB porfavor”, una pila de billetes de 20 dólares, y teníamos nuestro iPhone!

Un compromiso previo nos hizo ir directo de la Apple Store, iPhone en mochila, a un Happy Hour en The Happy Corp, la oficina de unos amigos. En el lugar ya habían un par de iPhones dando vuelta. Durante el transcurso del evento siempre podías ver a alguien embobado descubriendo el artefacto.

A las 9:30 pm, finalmente partimos a la casa a celebrar el ritual de desempaque, siempre en frente de una cámara. Aprovechamos de pasar al frente de la tienda y descubrimos que se podía entrar sin ninguna fila, y todavía quedaban unos pocos iPhones a la venta.

En todo caso, la aventura había valido la pena. No hubiese sido necesaria, pero fue divertida e interesante — y bueno, ahora tenemos un iPhone para hacerle un FWLabs.

Sábado 30: Cómo se desempaca un iPhone.

PD: La activación del iPhone con AT&T via iTunes exige un número de Social Security (lo inscribí a nombre de un amigo), pero nunca pide los datos de tarjeta de crédito.

Post-PD: Antes que pregunten, lo probé con un SIM de Entel PCS y da error, así que tendremos que esperar que un hacker lo desbloquee.

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